Cuando las
personas de otros tiempos, miraban al cielo, veían las mismas nubes y el mismo
cielo.
Tal vez, algunas
de ellas, pensarían en atrapar de alguna manera esas imágenes que captaban a
través de sus ojos.
Sin embargo, aún
nadie había inventado la máquina de fotos y los deseos se quedaban en simples
ensoñaciones.
Hoy en día,
miramos un paisaje, asistimos a un concierto u observamos a nuestra familia, y
podemos guardar esos momentos en un aparato casi mágico... Por lo menos, para
aquellos que a principios del siglo diecinueve, no se podían ni imaginar la de
avances que ocurrirían.
En ocasiones, escucho
a algunos quejarse de que las nuevas tecnologías, nos están haciendo menos
humanos… También oigo aquello que ya se decía cuando yo era una niña y que aún
se repite (incluso por gente de mi edad): “Antes estábamos mejor. Los jóvenes de
antes no eran como los de hoy. Dónde vamos a ir a parar…”.
Parece que la
historia se repite una y otra vez. Pero… ¿Qué pasaría si de repente regresáramos
todos los que vivimos en esta época al siglo dieciocho?
Imagina…
Cierra los ojos y respira profundamente
tres veces.
Nota cada tensión que tengas acumulada en
tu cuerpo y respira mientras repites la palabra: Relax.
Sigue con los ojos cerrados, mientras
cuentas de 10 a 1, de modo lento y pausado.
10… 9… 8… 7…
Cada vez estás más y más relajada. Cuando llegues
al número 1, abrirás tus ojos en tu imaginación.
6… 5… 4…
Tu respiración es lenta y tranquila. Estás muy
relajado y feliz. Recuerda… Cuando llegues al número 1, abrirás tus ojos en tu imaginación.
3…2…1
Abre los ojos.
Observa tus pies.
Estás pisando un suelo lleno de tierra y
estás descalzo.
Miras tu ropa marrón y algo vieja.
En tu cabeza, un sombrero tapa tu espeso
cabello.
Sabes que estás en el siglo dieciocho y que
eres agricultor.
Parece que has estado arando y tu hora de
descanso acaba de llegar.
Te sientas en una gran roca, dispuesto a
comer.
Te quitas el sudor de la frente y levantas
la cabeza.
Enfrente de ti, un paisaje lleno montañas y
vegetación, te hacen sentir reconfortado.
Piensas que sería estupendo poder retener
esa campiña de alguna manera.
Entonces, te percatas de que en uno de tus
bolsillos, tienes un pequeño artefacto que capta imágenes.
Lo sacas y aprietas el botón de la máquina
varias veces.
Te sientes asombrado y con ganas de salir
corriendo a contárselo a todos.
Respira profundamente una vez.
El cielo se comienza a nublar y te entra un
sueño incontrolable.
Dejas la cámara en el suelo y te sientas
con la espalda apoyada en la gran roca.
Estás muy cansado.
Poco a poco en tu cabeza, vas viendo imágenes
de las que has hecho. El paisaje en color, se va tornando sepia y termina
despareciendo de tu mente.
Nota de nuevo tu cuerpo y respira
profundamente tres veces.
Has regresado después de plasmar el paisaje
de hace siglos.
Estás muy contenta.
Sonríe.
Abre los ojos.
Bienvenido a tu época.
2 comentarios:
Me ha gustado mucho. Gracias Caro. Un abrazo
Hola la.eu :) Muchas gracias por decírmelo :D De nada ;) Un beso guapa
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