Cuando
era pequeña perdí la flexibilidad física. La rigidez de mis articulaciones, me
dejaba inmóvil y asustada por el dolor.
Hasta
los ocho años, era capaz de patinar y caerme miles de veces al suelo, casi sin
inmutarme. No le daba importancia a esa flexibilidad que tenía, simplemente
disfrutaba de ella.
Cuando
tuve que cambiar mis hábitos y mi forma de hacer las cosas, me di cuenta de lo
que había “perdido”. Mi mente en esos momentos, acompañaron a mi cuerpo y cada
vez me costó más trabajo relacionarme con los de mi entorno. A pesar de todo,
no dejé de jugar ni de cantar o escribir. Con los años, mi cuerpo siguió sin
flexibilidad, pero mi mente fue adaptándose y aprendiendo a serlo.
Gracias
a la capacidad de adaptación, podemos modificar muchas costumbres ancladas en
nosotros. Sean positivas o no.
Todos
y todas, tenemos esas habilidades para ser más flexibles. También podemos
aprenderlas.
Las
capacidades de nuestra mente son asombrosas.
Tú
eres igual de sabia que la naturaleza. En ella, algunas de sus especies
vegetales, como el junco, se doblan ante las circunstancias.
Tú,
aunque no tengas flexibilidad física, puedes ser igual de elástico que un
junco.
Ante
lo que piensas que son problemas, puedes actuar de dos formas: afrontándolos activamente
y poniendo los medios para superarlos. O quedarte rígido e inmóvil.
Si
actúas de la primera manera, te beneficiarás de esos problemas a pesar de no
ser positivos. Pero si, te quedas inerte y no buscas como salir adelante,
seguramente serás más vulnerable a los padecimientos o dolencias.
Escúchate...
¿Eres de esas personas que están todo el día, agobiadas y quejándose? Ante un
acontecimiento nimio ¿Te enfureces de forma exacerbada? Si es así, puede que no
estés poniendo en práctica, la resiliencia.
Comienza
como siempre: poco a poco. Una mirada optimista o una afirmación positiva cada
día cuando te levantas, hará que tú día sea algo mejor.
Cree
que eres flexible. Lo eres.
Deja
que la naturaleza fluya a través de tus pensamientos e ideas. Sé tú la que
lleve a tu mente hacia esa elasticidad tan necesaria.
Levanta
del sofá de tu cabeza y comienza hoy mismo a tener más flexibilidad.
Sabes
que puedes hacerlo.
Tú
eres el creador de tu historia…
¿Qué
personaje quieres ser hoy?
;)
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