Desde
que tengo diez años no puedo cerrar las manos. He estado años de mi vida, con
dolor en los dedos y sintiéndome muchas veces incapaz de realizar mis sueños. A
pesar de todo, siempre sentí la esperanza de cumplirlos.
Las
vivencias nos marcan a todos. Seamos niños, jóvenes, adultos o ancianos. Cuando
dejamos de creer en la magia y de soñar con ella, nuestra vitalidad se ahoga en
el miedo y el dolor.
Todos
los momentos son únicos y especiales. Aunque estemos pasando por un mal
momento, aunque nos duelan las manos, los pies o las caderas. Aunque no podamos
ser o estar como estábamos antes…
El
tiempo sigue avanzando y todos cumplimos años. Algunos comienzan entonces a
darse cuenta de las limitaciones que conlleva no haber cuidado su cuerpo o su
mente años atrás. Algunos deciden rendirse y dejar de ilusionarse. Otros piensan
que tiempos pasados fueron mejor… Es entonces cuando la esperanza desaparece y
las dudas, el miedo y el desamor hacia uno mismo, inundan los días y las noches.
“Lo
mejor está por venir” es un pensamiento positivo, motivante y esperanzador, que
hace que nuestra mente se relaje y disfrute del momento.
Las
luces aún no se han apagado y hay muchas experiencias gratificantes a la vuelta
de la esquina.
Si
hoy aguzas tus sentidos y escuchas detenidamente o abres mucho los ojos, seguramente veas cosas maravillosas que dudabas de
que existieran hacía unas horas.
Deja
de centrarte en ti o en los problemas que rodean al mundo o a ti misma. No dejes
de lado la realidad, pero date un respiro. Hoy tienes una vida que vivir.
He
conocido y conozco personas de ochenta años, que han seguido realizando sus
deseos y sus sueños. Que se han implicado en un proyecto o en una afición con la
misma o más vitalidad que cuando tenían veinte. Seguramente conoces a alguien
así. Alguien, que sin importar su edad, sin importar sus limitaciones, avanza a
cada instante con la ilusión y la esperanza de un bebé.
Céntrate
en esa persona con ilusión. Acércate a ella y aprende de sus anhelos. Es posible
que te diga que él también tiene miedo, que también se siente cansado o que también
ha sufrido o sufre… Pero después te dirá cómo y por qué sigue unido a la
esperanza y a la vida. Quizás te diga, que a pesar de las dificultades está
vivo y que hay tantas cosas de las que aprender y disfrutar antes de irse…
Tú
eres el creador de tus sueños, de tu historia y de tu esperanza e ilusiones. Tú
eres el artífice de tu felicidad.
Olvida
el rincón de la pena que te ahoga el alma, y levántate de nuevo. Puedes hacer
tantas y tantas cosas aunque tengas limitaciones…
Esta
semana busca una hora tranquila del día y dedica unos minutos a tus sueños. Ellos
nunca se han ido. Siguen ahí, esperando para seguir el camino a tu lado.
Solo
recuérdate cada día que te mereces ser, estar y vivir feliz.
Eres
una persona maravillosa. Que no se te olvide.
¡Sé
feliz!
No hay comentarios:
Publicar un comentario