Simplifica
tu vida.
Como
si fueras un niño al que solo le importa jugar con sus amigos, decide hoy dejar
aquellos lastres que arrastras y que no te dejan ser todo lo feliz que deseas.
No
te centres solo en los bienes materiales que te rodean. También puedes
simplificar tus pensamientos y formas de actuar.
Seguramente
recuerdas algún momento de tu infancia, en el que el tiempo no existía. Cuando las
horas pasaban veloces cuando te divertías o muy lentas cuando no estabas a
gusto. Aquellos instantes de tu vida en que solo te importaba lo que pasaría a
las horas siguientes, pero deseoso de que llegaran las vacaciones para poder
seguir jugando y acostarte tarde.
Entonces
todo parecía simple. Lo era. Aún sigue siéndolo. Pero nos hemos empeñado en
cargar con miles de preocupaciones, miedos y deseos insatisfechos que nos atan
al pasado o que nos proyectan como una luz, al futuro inexistente.
La
máxima de “menos es más”, se aplica en todas las áreas de la vida.
Si
tienes que elegir, quédate con lo sencillo y aunque esa elección no tiene por
qué significar que es lo más fácil, es posible que el día a día se vea reducido
a experiencias cada vez más gratificantes.
Por
ejemplo, cuando alguien quiera entrar en una disputa contigo, no entres en el
juego. Respira profundamente una vez y acepta que aquella persona necesita
luchar para vivir. Tú no. Ya no.
Al
igual que un paisaje silencioso, tu mente y tu cuerpo, se unen para que esa
calma deseada esté presente a cada instante.
Si
fueras un pájaro, no pensarías. Si ahora mismo, te convirtieras en un árbol, no
tendrías necesidad de moverte ni de qué preocuparte.
Esa
es la idea. Simplifica tus pensamientos y acciones. Sé como un gato o como una
flor. O más sencillo aún, sé como tú eras no hace tanto tiempo, cuando tu mundo
se reducía sobre todo a jugar y a alimentarte. Sé un niño de pocos meses.
Hay
tantas cosas que no necesitamos, y que sin embargo nos aferramos a ellas como
si realmente nos fuera la vida en ello. Miles de artilugios que tal vez tengas
por casa, arrinconados en un trastero, ocupando espacio en tu vida y en tu
mente.
Desecha
lo que no te conviene. Renuévate. No hace falta que tires nada a la basura. Recíclalo.
Invéntate otros instrumentos o dedica tu tiempo a transformarlos en otras
cosas. Utiliza tu creatividad para simplificar tu vida.
Recuerda:
Menos es más
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