Cierra
los ojos y respira profundamente tres veces.
Imagina
que estás delante de un gran espejo, en una habitación muy pequeña.
La
habitación es silenciosa. Apenas se escucha el canto sordo de un pájaro solitario.
Tu corazón sabe que algo especial está a punto de ocurrir en esa sala mágica.
Sin
dudarlo cierras los ojos en tu imaginación y te animas a descubrir lo que el
ambiente te ofrece.
Estás
muy relajado y muy feliz.
Intenta
visualizar con todo detalle el espejo. Su forma, su color, sus defectos…
Siéntate
en la única silla que hay en el cuarto. Justo enfrente del centro del espejo.
Respira
profundamente una vez.
Cuando
tu mente haya observado detenidamente la escena, céntrate en el reflejo del
espejo.
Estás
tú, sentada en una silla cómoda, mirando sin pestañear hacia delante.
Sin
embargo, descubres con sorpresa que a tu lado, hay una bolsa de viaje
entreabierta.
Compruebas
que en la realidad no existe tal bolsa, pero cuando ves el reflejo del espejo,
allí está. Cerca de ti, esperando para que busques dentro de ella.
Con
un gesto rápido, bajas tu brazo hacía la apertura de la bolsa, y aunque no hay
nada a tu lado, sientes de forma asombrosa, como tu mano coge algo que hay
dentro.
Lo
sacas con cuidado y observas en el espejo, el objeto que ahora sostienes en tu
mano.
Puede
ser cualquier cosa… Una flor, un libro, una pelota…
Lo
primero que haya aparecido en tu mente, ese será el objeto que estás agarrando
en la realidad del espejo.
Quédate
allí un rato, observando el espejo y el objeto que tienes en la mano.
Tu
cabeza poco a poco, le va dando un significado a ese objeto y palabras con
mucho sentido para ti, comienzan a brotar de tu mente sin mucho esfuerzo.
Sigues
muy relajada y con muchas ganas de seguir observando.
Descubres
entonces, que una persona querida por ti, está al lado de la silla.
Aunque
sabes que no hay nadie en la habitación del espejo, decides creer en ese otro
lado, que te está enseñando tanto.
La
mano de tu ser querido, toca tu hombro y notas su presencia como si realmente
estuviera allí.
Sin
dejar de mirar hacia el espejo, le tocas y aprietas su mano fuertemente.
Sabes
que parte de esos consejos y ayuda que has solicitado, están muy cerca de ti. Esperando
para ser descubiertos.
Le
das las gracias al espejo, a la habitación y a tu ser querido.
Respiras
profundamente una vez, sabiendo que hoy eres un poco más sabio.
Abre
los ojos y no dejes de observar la vida.
A
cada paso que das, algo o alguien te están prestando la ayuda que necesitas.
Deja
de tener miedo.
Eres
una persona maravillosa.
Todo
está por descubrir.
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