Todos
hemos escuchado la frase: “Todo es según el color del cristal con que
se mira”.
Seguramente,
muchos de nosotros no nos hemos parado a pensar en su significado
detenidamente.
Todo
hecho tiene una interpretación diferente según quién lo percibe.
Nuestra
percepción es diferente de la de nuestra amiga, y también es distinta según
nuestro estado de ánimo.
Podemos
encontrar en nuestro camino personas con suerte que nunca diríamos que son
afortunadas. A pesar de nuestra percepción, esa persona ríe cuando nosotros
estaríamos llorando y canta cuando parece no tener razones para ser feliz.
¿Qué
diferencia hay entre esas personas y nosotros?
Como
he comentado otras veces, siendo niña una enfermedad llegó a mi vida y a la de
mi familia. Todo pareció truncarse cuando el dolor no me dejaba dormir o mi
cuerpo comenzaba a tener limitaciones cada vez más tangibles. Y pronto observé
como las percepciones de quienes me miraban tenían sentimientos de pena o de
reproche (“Pobre niña. Tan pequeña… que
mala suerte ha tenido” o “¿Por qué le
ha tenido que pasar a ella?”).
Sin
embargo mientras el dolor no estaba presente, yo me sentía feliz. Sabía que era
una persona con suerte y seguía jugando y disfrutando de mis aficiones.
Entonces,
¿todo
es según el color del cristal con que se mira? Yo creo que sí. Eres tan
afortunado como tú creas que lo eres.
De
las experiencias (incluso de las dolorosas) se aprende a seguir avanzando.
Sé
que mi percepción puede estar sesgada por mis vivencias pasadas… Pero ¿qué
percepción no está sesgada o es potencialmente subjetiva?
Cuando
ves al chico que nació sin brazos y sin piernas ¿qué piensas? ¿Qué sentimiento
te produce observar a otros a la hora de afrontar sus vidas?
¿Crees
que son diferentes a ti? ¿Piensas en la suerte que tienen o por qué a ti no te
ocurren cosas maravillosas?
Quizás
todo depende de tu percepción. Tal vez no aproveches el momento (“Carpe
Diem”) o simplemente no había llegado el instante para cambiar tu
mirada.
Es
posible que esas preguntas que tienes, sean el inicio del cambio.
¿Te
has dado cuenta ya?
Eres
una persona con suerte.
4 comentarios:
Hola Carol, sin duda que eres una persona con suerte!
Es cierto lo del cristal... Y lo es hasta que “aprendemos” a mirar de forma natural lo real. Lo único que es!
Los hechos que percibimos, como bien señalas, tienen diferentes significados según quién y en qué estado se encuentre. Pero en última instancia el hecho ¡es!. Si bien el cómo se tome ayuda mucho.
“...mientras el dolor no estaba, yo me sentía feliz...”. Real y hermosa frase que define tus propios momentos Carol. Añadido al hecho de ser una niña. Tal vez lo sigues siendo en esa capacidad de percepción tan natural.
Hoy mujer. Y tal vez amiga mía con esa situación que relatas, en otro estado. Me consta que a día de hoy, y estando en manos de la medicina tradicional, habrás explorado otras vías, alternativas, se llaman. Reales como la primera, y en muchas ocasiones con alcances insospechados sobre ciertas situaciones.
No profundizo más en el tema Carol. Ignoro si hay aceptación sobre ello. Lo dejo aquí. Si quisieses comentar sobre ello, encantado. Sino es el caso no tienes ni que responder al tema.
Un gran abrazo.
Hola Ernesto :D Gracias por tu comentario, al que respondo sin esfuerzo :) Claro que he profundizado en otras alternativas (más bien complementos) a la medicina tradicional. Como dices y señalo: soy una persona con suerte :) Desde casi que comencé con el brote de artritis juvenil (y a pesar de que eran los años 80), comencé a tomar aceite de onagra (gracias a mi pediatra y al esfuerzo de mis padres) y alga espirulina, y poco a poco fui dejando la medicación fuerte (cuando ya el brote no era tal) (si quieres te invito a leer mi experiencia en esta página: Sé positivo siempre ).
Actualmente y desde hace cinco años, practico el reiki (y tiene resultados como tu dices, en ocasiones insospechados). Imagino que si lo preguntas, es porque tú has experimentado con alguna vía alternativa a la tradicional :) Si es así y te apetece, cuéntame cuales han sido y sin han tenido resultados :D Un abrazo!!!
Buenos días Carol, ¿sería posible contar con un correo al que dirigir comentarios más personales? Si te parece bien amiga, sino utilizo el blog como siempre.
Hoy tenemos un día de sol en el valle, desayuno y salgo con MC de paseo. Pero hablaremos en otro momento.
Un abrazo.
Disculpa, desayunando he recordado haber visto tu mail en tu blog...
¡Y ahí está!
Hablamos Carol. Qué tengas buen día!
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