miércoles, 5 de noviembre de 2014

Coherencia

Un amanecer cualquiera Coherencia se despertó de un profundo sueño.
Cuando abrió los ojos se sintió perdida. Se encontraba flotando en medio de ninguna parte.
Sus cabellos caían hacía un acantilado de miedos y desesperanzas.
No comprendió entonces que todo aquello que la rodeaba era producto de su fértil imaginación.
Una multitud de seres de todas las edades gritaban desesperadas al otro lado del sueño.
Pedían a Coherencia que volviera de su mundo. Que se instalara de nuevo en sus vidas.
Sin embargo, nuestra protagonista, ajena a todo dolor y a toda incertidumbre, seguía levitando en un mar de estrellas rotas.
Sin parpadear pudo llegar a una conclusión… Sus acciones ya no eran suyas. Alguien le había robado los sueños y la esperanza.
Como un gato se coló disimuladamente por la puerta entreabierta.
Allí estaban aquellas personas… Tristes y desahuciadas… Ya no tenían más que perder… Tan solo sus propias vidas.
Muchos ofrecieron sus conocimientos para hacer de Coherencia uno más. Para que regresara del sueño de la locura en el que la habían colocado unos pocos.
Coherencia poco a poco, fue restableciendo su imagen. Supo quién era y quién había sido.
Se conmovió al escuchar miles de historias de personas normales que seguían adelante a pesar de todo.
Se convenció a sí misma de que aquello no volvería a pasar.
Nadie más volvería a secuestrarla para hacerla suya.
Coherencia era de todos y cada uno de los seres que habitaban aquel planeta lleno de ilusiones, de ímpetu y ganas de vivir.
Si alguna vez faltó a su palabra, no fue por su causa directa sino por cómo la habían utilizado.
Ella sabía que si volvía a gobernar en un mundo sin gobernantes, pronto todo volvería a la igualdad y a la lógica que tanto anhelaba.
Coherencia conocía la estrategia. Todo tenía un equilibrio natural. Y sin ella en el mundo, esa estabilidad se había desviado hacía un lado.
Siempre había aprovechados que cogían su nombre e incluso su estilo, y decían que actuaban por vía de la Coherencia divina. Y claro… ellos tenían el poder… Y no Coherencia.
Pero todo aquello se terminó. Coherencia está despierta y más viva que nunca.
Sus deseos de vida y de bienestar se están alineando de nuevo.
El equilibrio regresa y poco a poco será como si nunca se hubiera ido.
No hay nada que escape del poder de Coherencia.
Así que si esta mañana o esta tarde ves andando por ahí a alguien disfrazado de nuestra protagonista, ten claro que no es ella y que pase lo que pase, su mirada y su lógica sobresaldrá por encima de todo.

Coherencia ha vuelto.


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