A
cada lado al que mires existen multitud de oportunidades y de posibilidades.
Desde
que eres pequeño te dicen por dónde has de ir. A que has de mirar. Como has de
vivir.
Siempre
caminamos por el mismo sitio. Hablamos de lo mismo. Respiramos el mismo
ambiente…
Y
perdemos mucho de lo que nos rodea.
Miles
de guiños de magia o de “casualidades”
o de pequeños “milagros” ocurren a
cada instante en tu día a día.
Deja
de pelear contigo misma. Para de pensar y de forzar las situaciones que no te
convienen.
Tú
también eres un mago. Un chamán que hace la magia de respirar cada mañana.
Camina
por donde tu intuición te guie. Observa lo que no conoces. Vive como si no
fueras a despertar después del sueño.
No
necesitas ser como te dijeron que fueras. Ya eras desde que naciste. Ya eres
ahora.
Una
persona maravillosa.
Alguien
rodeado de magia y de sorpresas inesperadas.
Hoy
me gustaría que conocieras a un ser muy especial.
Acércate
al cuarto de baño. Enciende la luz. Sitúate delante del espejo y cierra los
ojos.
¿Sabes a quién tienes enfrente de ti?
¿Qué piensas de esa persona al otro lado del espejo?
Visualízate
cómo crees que eres. Reconoce cada rasgo o actitud negativa en ti.
Una
vez que lo hayas hecho, rodéate con tus brazos y di lo siguiente en voz alta:
“Me
acepto como soy.
Me quiero
y sé que la magia rodea mi vida.
Todo es
cambio. Puedo ser y hacer lo que proponga.
No hay
límites en el universo. Los limites, los pongo yo y puedo cambiarlos.
La vida
es maravillosa. Todo está bien”.
Cuando
lo hayas hecho, abre los ojos y sonríete.
Eres
esa persona mágica que respira cada día. Que vive aquí y ahora. Que conoce y
sabe. Que es.
Camina
despacio y con paciencia.
Descubre
la magia.
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