miércoles, 24 de diciembre de 2014

Hoy es un día perfecto

Hola. Estás sumergido en un torbellino de acontecimientos, ¿No es así?
Encuentros con personas que hace tiempo que no ves, familiares que reclaman tu atención a cada instante… Necesitas también un espacio para ti. Un lugar o unos momentos sin ruidos o llamadas a tu alrededor.
Así que… Dedícate estos minutos para ti:
Cierra los ojos y respira profundamente tres veces.
Relaja cada parte de tu cuerpo que esté tensa e intenta acompañar tu respiración a tu estado de calma.
Sigue con los ojos cerrados mientras te centras en tu respiración. Poco a poco, tus inhalaciones se hacen más lentas y sientes como cada parte de tu cuerpo se vuelve más y más flácida.
Estás muy relajada y una leve sonrisa se escapa de tu cara.
Te sientes afortunado.
A pesar de estar rodeado de la algarabía de tu casa o de la calle, ahora mismo estás aquí… Con los ojos cerrados. Tú sola.
Escucha a tu cuerpo y a tu mente.
Anota en una libreta imaginada, cada sensación que tengas.
Recuerda como te sentías cuando eras pequeño y jugabas en las fiestas.
La inquietud del ahora recorría cada poro de tu piel.
Eran unas experiencias inolvidables… Y siempre tenías ganas de más.
Aquí y ahora, te estás recargando y cada vez te sientes más como si fueras un niño.  
La ilusión de las horas que transcurren sin tener cosas que hacer, la necesidad de estar a cada rato inventando o jugando…
Nada en tu mente te perturba. Y si lo hace, pasa tan veloz a tu lado que a los segundos ya se te ha olvidado porque estabas preocupada.
Visualiza una caja de regalo. Imagínala con su lazo y decorada como a ti más te guste.
Nota la sensación que te produce (como niña que eres) pensar en lo que hay dentro.
La ilusión te lleva sin prisas pero de forma vertiginosa a abrir esa sorpresa.
Imagina que abres la caja.
¿Recuerdas aquel juguete que tanto deseaste de pequeño?
Ahí lo tienes. Delante de ti. Está de verdad en la caja. Y es tuyo.
Tus deseos se han vuelto a cumplir.
No necesitas nada más.
Eres realmente una persona muy afortunada.
Vive el momento.
Respira profundamente una vez.
Abre los ojos.
Ahora que ya has regresado de tu relajación, que no se te olviden esas sensaciones en lo que queda de día y de semana.
Sigue atento a la ilusión que rodea tu vida y disfruta de cada momento como si fueras esa pequeña que solo quiere jugar.
Diviértete. Pasa tiempo a solas. Sé feliz.
Hoy es un día perfecto.


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