Ya está.
Deja de darle vueltas.
Es el momento adecuado.
Tu cuerpo y tu mente están en
equilibrio.
No te tienes que esforzar para ello.
Déjate llevar.
Se han terminado los pensamientos que
no te benefician.
Nada te impide estar aquí y ahora… y ser
más feliz.
Imagina que estás dentro de un
paréntesis.
No hay nada alrededor.
Solo estás protegido por esos signos,
tanto por delante como por detrás.
Todo tu entorno está seguro y mimado
con una fuerza casi imperceptible.
Así que ya está.
Déjalo.
No te canses en pensamientos
recurrentes. Ni en ideas que te agobian.
No hay preocupaciones ni miedos.
El vacío existe.
Estás en él.
Tu mente está en él.
Todo tu cuerpo está sumergido en un
vacío real que te llena de energía.
Confía.
Cree en ti y en tus capacidades.
Eres una persona única y especial.
Visualiza tu cuerpo envuelto por un
halo de color blanco.
Siéntelo como real.
Está ahí. Y te sana a cada paso que
das.
Respira con tranquilidad y sosiego.
Este es tu momento.
Ahora puedes.
Cuando te sientas decaída o cuando
creas que no puedes, imagínate a ti misma dentro de ese paréntesis o envuelta
en esa aureola energizante.
Y cuando estés nervioso, cierra los
ojos y respira profundamente.
Repite para ti:
”Todo
está bien.
Estoy
protegido.
Me
siento sana.
Mi
vida es maravillosa.
Yo
soy una persona especial.
Me
acepto y me quiero.
Todo
va a salir bien.
Estoy
en equilibrio”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario